Experiencias de una mamá con diabetes

 

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A estas alturas ya se deben haber dado cuenta de que tengo una adolescente con diabetes tipo 1.

Este panfleto del Behavioral Diabetes Institute ha dado, como quien dice, en el clavo y en él se reflejan muchas, en realidad, todas las cosas que a mi hija no le gusta que yo haga. Lo traduje y aquí lo comparto con ustedes

Lo que a tu hijo adolescente le gustaría que supieras

  • Deja de tratar de asustarme con las estadísticas de la diabetes.

Me has dicho millones de veces que muchos años de azúcar alta en la sangre me puede hacer daño. Entiendo que estás asustado y quieres lo mejor para mí, pero molestándome con respecto a las complicaciones sólo hace que me quiera desconectar. Si necesito motivación, tiene que ser algo que me importe en este momento y no a largo plazo. 

  • Cuando tenga el azúcar alta, no asumas que hice algo estúpido (aunque quizá lo haya hecho)

Quizá sea difícil de creer, pero a veces en realidad no es mi culpa. El azúcar en la sangre a veces puede enloquecer aun cuando lo esté haciendo todo bien. En lugar de fastidiarme con respecto a por qué está alta (que quizá no tenga una razón), o qué fue lo que quizá hice mal, vamos a descifrar qué hacer ahora. 

  • Por favor, reconoce cuando esté haciendo algo bien, no sólo cuando hice algo mal.

Quizá no te des cuenta, pero ocuparse de la diabetes es mucho trabajo y duro. ¡Y no es divertido! Quizá no soy perfecto, pero hay muchas cosas que estoy haciendo bien a diario sólo para mantenerme con vida. Una palmadita en la espalda por un trabajo bien hecho sería maravilloso. 

  • No estés encima de mí constantemente sobre la diabetes, pero tampoco me dejes completamente solo.

Sé que este es un equilibrio difícil. No quiero que me molestes constantemente con lo que debería estar haciendo. Necesito manejar la diabetes más por mi cuenta. Aún así, aunque deteste admitirlo, me alegra saber que “estás detrás de mí”. Descifremos cuándo puedes confiar en mí para que haga cosas por mi cuenta y en cuáles aún necesito que te involucres. 

  • Haz el esfuerzo por entender la diabetes desde mi punto de vista.

Si no tienes diabetes, no hay forma posible de que entiendas por lo que estoy pasando. La realidad es que la diabetes es injusta, inconveniente, da mucho trabajo y apesta. No hay necesidad de que me animes o me digas que pudiera ser peor. No tienes que arreglarlo; en lugar de eso, simplemente escúchame cuando necesite descargarme o quejarme. 

  • No le digas a todo el mundo lo de mi diabetes, especialmente acabándolos de conocer.

¿Tienes idea de lo vergonzoso que es esto? Sé que tienes buenas intenciones, pero mi meta no es resaltar. No todo el mundo tiene que saber. Dame una oportunidad de decirle a la gente sobre mi diabetes cuando esté listo para hacerlo. 

  • Reconoce que nunca voy a ser perfecto en el cuidado de mi diabetes, sin importar cuánto tú lo desees.

Sé que te pones nervioso cuando ves una lectura de azúcar alta o notas que no hice la mejor elección de alimentos, pero seamos sinceros: nadie puede manejar la diabetes perfectamente. Haré mi mejor esfuerzo (y sí, quizá necesito esforzarme más), pero también quiero tener una vida. 

  • No limites mis actividades basándote en mi diabetes.

Si lo haces, la gente podría percibirme como frágil, enfermo o pensar que me pasa algo malo. Puedo hacer lo que aquellos sin diabetes pueden hacer, aunque pueda requerir resolver los problemas de forma creativa. Practicar deportes, ir a pijamadas, viajar e ir a fiestas son todas cosas que se pueden hacer de forma segura. Apóyame en buscar una manera de que sea posible. 

  • No seas el policía de los alimentos.

Sí, elijo opciones que no te gustan (y algunas veces no son las más listas), pero tratar de controlar lo que como no va a ayudar; en lugar de eso, haré lo posible por evitarte cuando coma. Recuerda que el buen control de la diabetes se puede lograr aún cuando no coma cosas saludables todo el tiempo.

 Una nota especial a los padres:

Ser padre de un adolescente con diabetes puede ser un trabajo difícil y frustrante. Debes recorrer un camino difícil entre cuidar bien de tu adolescente mientras alientas su independencia. 

Esperamos que esta tarjeta te dé a ti y a tu adolescente algunas ideas nuevas sobre cómo sobrevivir la diabetes juntos. No hay necesidad de seguir todos estos tips de etiqueta, y date una palmadita en la espalda si estás siguiendo alguno de ellos. 

Que este sea el comienzo de una conversación, un nuevo comienzo para ti y para tu adolescente.

Fuente: Behavioral Diabetes Institute

Comentarios en: "Etiqueta de diabetes para padres." (1)

  1. Cynthia Silva dijo:

    Esta buenisima la nota

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